A pesar de los tabúes que envuelven a todo lo relacionado con la intimidad de las mujeres, cada vez es más común encontrar a las mujeres hablar abiertamente sobre su suelo pélvico, y es que se ha convertido en uno de los temas íntimos más sonados actualmente entre las mujeres.

Según un estudio llevado a cabo por Intimina, una empresa sueca dedicada a la salud íntima femenina, el 68% de las mujeres españolas encuestadas han recibido un ejercitador de suelo pélvico por parte de sus amistades o familiares, aunque sólo el 40% de las encuestadas realizan, en su día a día, ejercicios Kegel, muy necesarios para fortalecer la musculatura.

Por ello, en este artículo queremos hablar de qué es el suelo pélvico, cuáles son las principales causas de su debilitamiento y cómo fortalecerlo.

¿Qué es el suelo pélvico?

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que sirven de base para sustentar los órganos que se encuentran en la zona abdominal, lo que hace que sean los responsables de mantenerlos en su correcta posición. Encargándose, por tanto, del buen funcionamiento de la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto.

Además, la debilidad del suelo pélvico también puede afectar a la excitación y la lubricación vaginal, a la erección del clítoris e intensidad de los orgasmos, pudiendo incluso repercutir en que las relaciones sexuales resulten dolorosas.

Conocer en qué estado se encuentra tu suelo pélvico es fundamental para prevenir posteriores problemas. Algunos de los factores claves para saber si se encuentra debilitado son:

• Incontinencia (pérdidas de orina)
• Aparición de abultamientos blandos en la vagina
• Dolor pélvico

Otra señal de un deteriodo en el suelo pélvico puede ser la aparición de dolor durante las relaciones sexuales, ocasionado principalmente por una mala recuperación post parto o por adherencia en las cicatrices. Este tipo de problemas se pueden solucionar mediante una buena rehabilitación del suelo pélvico guiada por una especialista.

El paso de los años también puede afectar al estado de tu suelo pélvico. La falta de ejercicio preventivo puede ocasionar que la musculatura ceda con el tiempo, al igual que puede ocurrir con otros músculos del cuerpo.

¿Por qué se debilita el suelo pélvico?

El suelo pélvico, al tratarse de un conjunto de músculos y ligamentos muy influenciables por las circunstancias de cada mujer, puede debilitarse tanto por causas naturales como la edad, la inactividad o las hormonas, como por otro tipo de causas más particulares. A continuación te contamos cuáles pueden ser:

• Embarazo y parto

Durante el embarazo y el parto, el suelo pélvico actúa como esfínter periuretral, manteniendo la estática pélvica. Esto hace que debamos reforzarlo para evitar su debilitamiento. Estos acontecimientos pueden debilitar considerablemente la musculatura ya que, durante el embarazo, el suelo pélvico se ve afectado por un gran aumento de presión y por el estiramiento de la piel abdominal.

En el parto, además, se ve extremadamente dilatado, por lo que su recuperación puede ser traumática en muchos casos. Es importante que una vez superes la cuarentena, un especialista valore el estado de tu suelo pélvico, ya que una mala recuperación te podría conllevar una serie de molestias y malestares que pueden evitarse con una buena rehabilitación a tiempo.

• Sobreesfuerzo

Un sobreesfuerzo puntual o mantenido sobre un suelo pélvico debilitado puede dañarlo, provocando un prolapso. Los factores principales pueden ser estreñimiento, cargar peso de manera incorrecta, tos crónica, estornudos violentos, o sonarse la nariz dejando recaer la presión abdominal sobre el suelo pélvico.

• Sobrepeso y obesidad

Tener un sobrepeso elevado también puede repercutir en el suelo pélvico debido a que puede desencadenar en una diástasis de los rectos del abdomen (como también ocurre durante el embarazo), es decir, que las paredes abdominales se estiren provocando que las vísceras se expandan, lo que también conlleva problemas digestivos.

• Uso de tacones y ropa demasiado ajustada

El uso habitual de tacones cambia la postura corporal al caminar, desplazando hacia adelante el centro de gravedad, obligando al cuerpo a reajustar su equilibrio, repercutiendo en pies, rodillas, pelvis, suelo pélvico, abdomen, zonas lumbar, dorsal, cervical e incluso en la posición de la cabeza.

La utilización diaria de ropa excesivamente ceñida también puede afectar al suelo pélvico, sobre todo con prendas como fajas, corsets, leggins o pantalones vaqueros muy ajustados. Esto se debe a que al comprimir el compartimento abdominal toda la presión recae sobre el suelo pélvico, al igual que sobre el diafragma, que necesita espacio “libre” para poder moverse. Como te indicaremos a continuación, la respiración es fundamental para no sobrecargar la musculatura.

Tratamientos para mejorar el suelo pélvico

Para mujeres que ya tenían debilitado el suelo pélvico o que, tras el parto, han visto aumentados sus síntomas, también pueden aumentar su elasticidad vaginal con el tratamiento para pérdidas de orina con el láser ginecológico de CO2, aunque cada caso deberá ser estudiado por una especialista mínimo un mes después del parto.

Entre las ventajas del tratamiento con el láser CO2, se encuentra la mejora de funcionalidad de la vejiga, con la que la paciente experimentará resultados muy rápidos tras finalizar el tratamiento. Además, notará considerables mejoras en su actividad sexual. Si quieres conocer todos los pasos del tratamiento con láser ginecológico CO2, puedes leer más en nuestro apartado cómo funciona el láser para la incontinencia urinaria postparto.

¿Qué hacer para fortalecer tu suelo pélvico?

El mejor tratamiento para fortalecer tu suelo pélvico es la prevención a través del ejercicio diario, ayudando a mantener fuerte la musculatura; así como aprender a relajarla para evitar una hipertonía, es decir, un exceso de contracción que la sobrecargue.

Este tipo de hábitos consisten en normalizar una serie de movimientos diarios, conocidos como ejercicios Kegel, que refuercen y relajen la musculatura acompañados por unos ejercicios de respiración consciente.

Los ejercicios Kegel son de los más recomendados por las fisioterapeutas de suelo pélvico, y consisten en  contraer y relajar los músculos que controlan el flujo de la orina.  Sin embargo, es recomendable relajar la musculatura tras realizar estas contracciones vaginales  para evitar contracturas o sobrecarga muscular. Las especialistas recomiendan pasar entre 10 y 20 minutos sentada en posición erguida sobre un vibrador, ya que la vibración relaja y tonifica la musculatura.

Si tienes más dudas sobre el láser ginecológico, puedes ponerte en contacto con nosotras y nuestros especialistas médicos despejarán todas tus dudas y te asesorarán en todo lo que necesites. Te invitamos a estar al día de nuestras novedades a través de nuestros perfiles de Facebook e Instagram.